"La ley de Memoria Histórica pretende que la sociedad recuerde y venere como mártires de la libertad a muchos de los peores criminales que ensombrecen nuestra historia". Este dogmático párrafo fascista está firmado por Adolfo Prego de Oliver, magistrado del Supremo y vocal del CGPJ, además de patrono de honor de la Fundación para la Defensa de la Nación Española. Este es el que admitió a trámite la querella presentada por el sindicato de extrema derecha Manos Limpias contra el juez Garzón por investigar los crímenes y desapariciones de la guerra civil y la dictadura franquista. A estos últimos se les une la Falange de la JONS, la de Primo de Rivera y Ruiz de Alda, el único partido político permitido en España desde el 39 al 75, del que el caudillo era jefe nacional con plenos poderes, y solo rendiría cuentras `ante Dios y ante la Historia´. Este partido, que aún es legal, se define como `radical de extrema derecha, ultranacionalista, antiparlamentarista y totalitarista´, que no cree en la democracia, pero que usa sus instituciones para poder acabar con ella. Aún hay más, el líder de la trama Gürtel -Correa- también puede querellarse contra el juez que lo imputó por haber delinquido y el juez haberlo sabido. -Me echo las manos (estas sí están limpias) a la cabeza-. Todos los delincuentes juntos, los que guardaban la memoria de los que se mancharon las manos de sangre y los que se las han llenado de dinero y corrupción. Es lógico perderse en esta rocambolesca historia y que en la sociedad se perciba un descrédito hacia la justicia. Ahora que la Historia iba a juzgar los crímenes deFranco, porque no nos han asegurado desde la iglesia que Dios lo haya hecho, empiezan a llover yugos y flechas.
Apartado de Opinión de nuestro Secretario General Provincial del Odiel Información del 6 de Marzo de 2010.
Apartado de Opinión de nuestro Secretario General Provincial del Odiel Información del 6 de Marzo de 2010.